En estos momentos hay declarados un total de 195 xeoparques repartidos por 48 países. En España existen 16 territorios con el distintivo de la UNESCO, siendo lo de más reciente declaración el Xeoparque Cabo Ortegal, en el año 2023, seguidos del Xeoparque de Granada y lo del Maestrazgo, en 2020. En Galicia tenemos el Xeoparque de las Montañas del Courel, el primero que obtuvo la declaración en nuestro país.
Un Geoparque es un territorio que posee un patrimonio geológico de relevancia internacional y con un alto valor para el conocimiento de la historia de la Tierra. Esa es una de sus características, pero hay más. Y es que los geoparques son también figuras de gestión que buscan conservar, difundir y valorar la riqueza geológica como base para el desarrollo sostenible de las zonas donde se ubican.
El nombre correcto para un geoparque es Geoparque Mundial UNESCO, ya que es este organismo de las Naciones Unidas el que otorga el distintivo siempre que se solicite con antelación y se cumplan varios requisitos:
Ya a nivel nacional, existe el Foro Español de Geoparques, herramienta clave para difundir y promover los distintos geoparques que existen en el país, así como para funcionar como nexo de unión a la hora de coordinar iniciativas comunes y para participar en las actividades de la GGN y la Red Europea. Este foro se constituye también como un grupo de trabajo estable, adherido al Comité Nacional Español de Geoparques Mundiales de la Unesco, órgano colegiado de naturaleza consultiva compuesto por presidencia, pleno de comité, comisión ejecutiva permanente y grupos de trabajo.
El Geoparque Cabo Ortegal forma parte de la Red Global de Geoparques (Global Geoparks Network), y de la Red Europea (European Geoparks Network), organismos encargados de garantizar y facilitar la cooperación entre todos los UGGP.
A nivel mundial, el GGN es una asociación internacional sin fin de lucro, creada oficialmente en 2014 y sujeta la regulación francesa. Nace en año 2004, bajo el paraguas de la UNESCO, como una organización para el desarrollo de modelos de buenas prácticas, estableciendo estándares de calidad para los territorios que la conforman, luchando por la preservación y protección de los geositios y lugares de relevancia geológica, en una estrategia para el desarrollo económico local y sostenible. Todos los geoparques certificados forman parte de esta organización, tanto a nivel operativo como organizativo, como representantes de los territorios en la Junta Ejecutiva. Algunas de las obligaciones de los miembros son: el pago de una cuota anual, asistencia a asambleas generales y comunes, formar parte de grupos de trabajo y comités especializados, participar en foros y congresos organizados, promover actividades de intercambio… Algunos de los grupos de trabajo temáticos se centran en el turismo, educación, patrimonio geológico, objetivos de desarrollo sostenible, etc.
Esta red promueve la creación de, a su vez, redes de trabajo a nivel regional, existiendo 4 en todo el mundo: la Red de Geoparques de América Latina y el Caribe, la Red Global de Geoparques de África, la Red de Geoparques de Asia-Pacífico y la Red Europea (EGN). Esta última está formada actualmente por 98 territorios, siendo las incorporaciones más recientes Cabo Ortegal y Morne Gullion Strangford del Reino Unido, en 2023.
Al igual que el GGN, la red europea comparte los mismos objetivos y funcionamiento interno, estando formada por grupos de trabajo específicos, complementarios, y autorizados por el consejo directivo, para implementar programas y actividades conjuntas entre todos los geoparques, actuando como canal de comunicación entre todos los miembros.
Ya a nivel nacional existe el Foro Español de Geoparques, una herramienta clave para difundir y promocionar los diferentes geoparques que existen en el país, así como para funcionar como enlace a la hora de coordinar iniciativas comunes y participar en las actividades del GGN. y la Red Europea. Este foro se constituye también como un grupo de trabajo estable, adscrito al Comité Nacional Español de Geoparques Mundiales de la Unesco, órgano colegiado de carácter consultivo compuesto por una presidencia, comisión plenaria, comité ejecutivo permanente y grupos de trabajo.
La obtención del distintivo de Geoparque Mundial de la UNESCO tiene como principal ventaja la ampliación del conocimiento del lugar en el que vivimos, entendiéndolo como resultado de millones de años de cambios costantes. El sustrato geológico es la base de todo: sobre él ha crecido la vida y también ha evolucionado la Humanidad adaptándose a las peculiaridades de cada zona. El paisaje heredado de los cambios terrestres es fundamental para comprender nuestra propia realidad social, cultural y económica.
Todo ese conocimiento asociado a la geología se pone en valor con la figura de los geoparques, principalmente a través de un turismo desestacionalizado que le descubre a las personas visitantes lugares con características únicas, pero también naturaleza, patrimonio, gastronomía y tradición. El geoparque es en sí mismo una marca turística amparada por la UNESCO que puede y debe generar oportunidades económicas y de empleo.
Cerca de Galicia tenemos ejemplos sobre cómo repercute un geoparque en su territorio. El Geoparkea de la Costa Vasca, que abarca los municipios de Mutriku, Deba y Zumaia, recibe cada año unas 150.000 visitas de las que aproximadamente 40.000 son con guías de distintas empresas que tienen en el geoparque una de sus principales fuentes de ingresos. Más cerca de Galicia, en el Geoparque de Arouca (Portugal), con una población de unos 22.000 habitantes y la mitad de superficie que la zona del Ortegal, se estima un impacto económico anual de unos 15 millones de euros.
Otros beneficios de ser geoparque son el refuerzo de la identidad territorial, la posibilidad de acceder a más líneas de ayuda europeas -programas Interreg, por ejemplo-, pertenecer a una red mundial de intercambio de conocimientos y experiencia, la creación de oportunidades de negocio y para la fijación de población, etc.
Ser geoparque UNESCO tiene la misma relevancia internacional que una declaración de Patrimonio de la Humanidad. Ese es el motivo de que sólo alcancen esa cualificación territorios que destacan por su geología única y por la manera en que la ponen en valor procurando cumplir, además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Sin embargo, el sello de Geoparque Mundial de la UNESCO no es un título permanente, sino que hay que trabajar constantemente para mantenerlo. De hecho, cada cuatro años hay que pasar una especie de reválida con inspecciones internacionales que comprueban sobre el terreno que se están cumpliendo los objetivos de desarrollo, de conservación, educativos, científicos, de dinamización territorial, de comunicación, etc., y que se están obteniendo resultados. En caso contrario se exige la adopción de medidas correctoras o el impulso de nuevas líneas de trabajo que permitan cumplir la estrategia. Esto es importante, puesto que es más fácil perder la cualificación de geoparque que conseguirla.
Cada geoparque tiene un discurso propio y diferenciado de los demás, como parte de un gran rompecabezas con piezas repartidas por todo el mundo que en conjunto nos ayudan a entender como se configuró la Tierra durante millones de años y de qué manera han evolucionado en cada zona el paisaje, las sociedades y las culturas.
En este sentido, los geoparques están obligados a mantener entre ellos una relación constante a través de foros especializados y eventos en los que se intercambian experiencias y buenas prácticas, con la finalidad de reforzar la red mundial y, más que nada, el conocimiento de los capítulos de la historia terrestre que se escriben en cada parte del mundo. Esa relación se mantiene en tres niveles: en el Foro Español de Geoparques, en la Red Europea de Geoparques y en la Red Global de Geoparques.